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“Prión” es un término utilizado para describir el misterioso agente infeccioso responsable de varias enfermedades neurodegenerativas que se manifiestan en mamíferos. La palabra deriva de “partícula proteínica infecciosa” y fue el término acuñado en 1982 por Stanley B. Prusiner (Premio Nobel de Medicina en 1997) para referirse al agente infeccioso que causaba el scrapie de las ovejas, el Kuru y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (CJD) en humanos, y la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) de las reses. Las enfermedades priónicas han existido siempre, pero por lo general, su incidencia en la población es extremadamente baja.

En los años 80, vacas que habían consumido piensos contaminados con cadáveres de ovejas afectadas por scrapie, desarrollaron la EEB. A mitad de los años 90, humanos que habían comido carne de vacas enfermas, manifestaron una variante de la enfermedad de CJD que recibió el nombre de “mal de las vacas locas”.

El agente infeccioso es una proteína que se encuentra en las membranas de células normales (PrPc), principalmente del Sistema Nervioso Central. En estas enfermedades, la proteína adopta una conformación distorsionada (PrPSc) que se une a otras proteínas vecinas, induciendo un cambio de configuración que causa una reacción en cadena y favorece la generación de nuevas proteínas infecciosas. Comer carne de vacas enfermas puede provocar que la proteína priónica normal se pliegue de manera atípica, originando la isoforma alterada. También se cree que la enfermedad se transmitió a pacientes que recibieron trasplantes de córnea y de duramadre de donantes enfermos con la proteína anómala. De igual forma, se contabilizaron algunos casos excepcionales de transmisión por vía yatrogénica, a través del uso de dispositivos médicos contaminados con residuos orgánicos de personas afectadas, pero que no han representado ni el 1 % de los casos contabilizados desde 19501. Estas enfermedades, poseen períodos de incubación muy largos con sintomatología muy variada en el tiempo, que conducen a una degradación neurodegenerativa extrema en los últimos estadios de la enfermedad que finaliza con la muerte del paciente.

La PrPsc es muy resistente a los métodos convencionales de desinfección y esterilización y su resistencia puede incrementarse por el uso de agentes fijadores si las proteínas no han sido eliminadas de manera eficaz en las etapas iniciales de reprocesamiento.

Algunos países han implementado regulaciones específicas para garantizar la eliminación/inactivación de las proteínas priónicas de los dispositivos médicos. Todas ellas se basan en la detección de los pacientes de riesgo (confirmados, sintomatológicos o con condicionantes genéticos) y la atención específica de las cirugías relacionadas con el Sistema Nervioso Central (tejidos de alto riesgo): cerebro, médula espinal o parte posterior del ojo. Mostramos algunos ejemplos básicos:

  • Siempre que sea posible, utilizar dispositivos sanitarios de un solo uso.
  • Si no es posible, el dispositivo médico debe permanecer retenido/ en cuarentena hasta que pueda confirmarse la ausencia de riesgo, o destruirse en caso de confirmarse su contaminación.
  • Utilización de procesos que experimentalmente hayan mostrado la capacidad de inactivar el prión, destruyendo la proteína.

 

Proteína priónica humana (hPrP), estructura química. Asociada con enfermedades neurogenerativas, incluyendo kuru, EEB y Creutzfeldt-Jakob. Representación animada Cartoon & Wireframe. Coloración de la estructura secundaria (hojas azules, hélices naranjas).

 

La evaluación de la inactivación priónica se basa en complicados experimentos in vivo. La utilización de hipoclorito de sodio a determinadas ppm, el hidróxido de sodio, los detergentes alcalinos de elevado pH, algunos ciclos de esterilización a baja temperatura y la utilización combinada de esos detergentes alcalinos con ciclos de baja temperatura, han evidenciado su eficacia. Ésta se debe demostrar en condiciones muy bien definidas: concentración, temperatura, tiempos de exposición, etc., y sólo son válidas para estas circunstancias. Los ciclos de vapor a 134 °C / 18 minutos, poseen una gran eficacia, aunque la inactivación puede no ser completa. Por ello, se recomienda el uso de una etapa de limpieza alcalina previa para instrumental utilizado en tejidos de riesgo.

Algunos métodos de esterilización, limpieza y desinfección pueden favorecer la fijación proteica sobre las superficies de los instrumentos quirúrgicos: alcohol, glutaraldehído, calor seco, óxido de etileno u otros agentes esterilizantes de tipo aldehídico. Los países con reglamentación específica sobre priones pueden desaconsejar el uso de estos métodos o exigir un procedimiento previo, no fijador, antes de aplicar esas tecnologías, por ejemplo, el uso de detergentes alcalinos de alto pH donde el fabricante declare su capacidad inactivante.

Para finalizar, algunos países pueden establecer sus propias reglamentaciones en cuanto a los métodos y niveles de detección de proteína residual sobre los dispositivos médicos, aplicando niveles y precauciones adicionales para instrumental utilizado en tejidos de alto riesgo. Por ejemplo, las recomendaciones del HTM 0101 británico de 2017, establecen niveles por debajo de 5 µg de proteína residual para material de riesgo e inferior a 8 µg para el resto. La implementación de métodos de detección proteica, puede ser una gran ayuda dentro de las RUMED para establecer una evaluación del riesgo.

1 Human prion diseases: surgical lessons learned from iatrogenic prion transmission. David J. Bonda et col. Neurosurgical Focus. 2016 Jul; 41(1): E10.

Otras fuentes utilizadas:

  • Guías de la WFHSS 2019: https://wfhss-guidelines.com/reusable-medical-device/
  • Reducing the risk of transmission of Creutzfeldt–Jakob disease (CJD) from surgical instruments used for interventional procedures on high-risk tissues Interventional procedures guidance [IPG666]Published date: January 2020. NICE: National Institute for Health and Care Excellence
  • Health Technical Memorandum (HTM) 01-01 on the management and decontamination of surgical instruments (medical devices) used in acute care. March 2013:
    Hygiene requirements for the reprocessing of medical devices. Recommendation of the KRINKI at the RKI and NfArM Bundesgesundheitsbl 2012 · 55:1244-1310.
  • World Health Organization. Infection control guidelines for transmissible spongiform encephalopathies. Report of a WHO Consultation, Ginebra, Suiza, 23-26 Marzo, 1999. (http://www.who.com)